HISTORIA
El hotel boutique bellamente reconstruido parece datar del siglo XVII y tiene una larga y variada historia sirviendo como residencia a varias personas y familias maltesas distinguidas, en particular, Elizabeth Muscat Dorell (1741-1829), conocida como Lady Bettina, quien también le dio su nombre al edificio.
Lady Bettina fue una dama de la corte de la Reina del Reino de las dos Sicilias. Miembro de la alta sociedad y esposa de Diego Muscat, además de ser benefactora de la iglesia de San Lorenzo, edificio contiguo al Palazzo, también era famosa por ser tía de Fabrizio Sceberras Testaferrata, uno de los cardenales malteses más famosos. La historia cuenta que el propio Cardenal nació en este lugar, como lo indica una placa fuera del edificio, aunque algunos historiadores remontan su lugar de nacimiento a la parroquia de San Pablo en La Valeta.
Tras la muerte de Lady Bettina, en 1829, el palacio fue cedido como convento a Santa Emilia de Vialar. En 1832 fundó la Congregación de las Hermanas de San José de la Aparición y se estableció allí antes de mediados del siglo XIX. Sin embargo, cuenta la leyenda que las monjas abandonaron pronto el edificio, que en aquella época también era conocido como “el lugar de la panadería del Abad”, pues aparentemente estaba encantado: las monjas ya no soportaban los ruidos que escuchaban durante todo el día y noche. Aunque no existen documentos ni testigos directos, según la historia la entidad que rondaba el edificio era el fantasma del Abad, hijo del barón maltés Joseph Gauci, cuyos familiares vivieron allí antes que Lady Bettina. Cuenta la historia que los familiares del barón habían matado a su hijo arrojándolo al horno y quemándolo vivo; tal brutalidad fue conjurada por razones de herencia, ya que el abad era el único hijo y heredero del propio barón, y sin él, lo habrían heredado todo.
Tras estos tiempos, el palacio sirvió también como hospital militar británico en la segunda mitad del siglo XIX
Finalmente, San Ġorġ Preca, un maltés católico, el sacerdote y fundador de la Sociedad de la Doctrina Cristiana, así como un Carmelita de la Tercera Orden, también hizo uso de la propiedad como una de las sedes de la Sociedad de la Doctrina Cristiana en los años de entreguerras. La propiedad se dividió en viviendas poco antes de la Segunda Guerra Mundial y sufrió algunos daños durante la guerra, tras lo cual permaneció en desuso durante un largo período.
En 2017, el Palazzo Bettina fue adquirido por la familia Sormani. Renzo Sormani, un exitoso empresario italiano en el sector industrial e inmobiliario quedó encantado con la historia del edificio. Sormani, con una amplia experiencia en la recuperación y renovación de edificios antiguos para devolverles su esplendor original, decidió emprender esta nueva aventura. El resultado de la inversión se puede ver en la renovación integral del edificio, transformado en un hotel boutique de lujo.
La restauración se completó en el verano de 2021 e incluyó la creación de 13 habitaciones equipadas con todas las comodidades y lujos posibles.
HOY
IBB Hotel Collection se hizo cargo del Palazzo Bettina en 2023 y reabrió el hotel boutique como hotel de 4 estrellas. El edificio se integra perfectamente en el contexto histórico del puerto deportivo y la renovación, que se llevó a cabo desde el principio con el objetivo de preservar su autenticidad pero también realzarla y ha mostrado el Palazzo Bettina en su esplendor original.
Todos los suelos del hotel boutique han sido realizados con prestigiosos azulejos decorados y las ventanas, puertas, muebles y accesorios han sido realizados por la empresa italiana Deflorian, originaria de Trentino Alto Adige, seleccionando y procesando la mejor madera de los Dolomitas. desde 1947.
Se ha puesto especial cuidado en la selección y creación de las soluciones tecnológicas: cada habitación está equipada con sistemas de automatización controlados, cada puerta se abre mediante una tarjeta electrónica, así como control de iluminación, electricidad, televisores (todos exclusivamente LED) y aire acondicionado.
El Palazzo Bettina ha sido restaurado con pasión, combina lo antiguo e histórico con lo moderno y ofrece una solución óptima tanto para quienes buscan una vivienda histórica de lujo con cierto estilo como para quienes buscan una solución elegante, moderna y progresista. Su posición central es estratégica tanto para los visitantes de paso como para los clientes de negocios y turistas que desean respirar profundamente el clima y la cultura malteses.
Ahora forma parte de IBB Hotel Collection, que opera hoteles en Polonia y Alemania, y un hotel de 5* en Malta en el otro lado de la bahía. En los próximos años, IBB Hotels planea seguir desarrollándose en Europa y otros horizontes.
